LAS TOP 5 RAZONES DE LOVE THE BEAT PARA TOCAR MÚSICA

En Love The Beat, amamos la música, promovemos la cultura melómana y la práctica de este arte. Para nosotros, los beneficios de vincularse con la multiplicidad de facetas que ella ofrece son evidentes. Cuando empezamos a pensar en este post, solo entre nosotros, la lista que destilamos fue enorme. Si a eso le sumas un par de minutos de búsqueda en internet, puedes encontrar un cúmulo de información sobre las bondades de tocar. 

Pero, en este mundo de diversidad, tal vez llegaste acá y aún no estás convencida o convencido. Tal vez piensas, “sí, está bien; si hay tiempo, se puede, pero hay muchas cosas mucho más importantes que hacer.”                                                                          

Y nos preguntamos: si tuviéramos que rescatar las TOP 5 contribuciones que la práctica musical nos otorga, ¿cuáles serían las de Love The Beat? Bueno, afírmate que aquí vamos!

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Primero que nada, la música, como toda arte, es una avenida de expresión. Te conecta con quién eres, con lo que te mueve para bien o para mal, lo que te exalta y lo que te duele. Y a todo ese universo interior, le da una vía de escape sana y constructiva, lo que promueve la confianza en uno mismo.

LA MÚSICA ES UNIVERSAL

La música es una experiencia que te permite relacionarte con un otro, trascendiendo fronteras, idiomas, nacionalidades, etc. Te enseña a escuchar y a encontrar tu espacio dentro de un coro de voces diferentes, propiciando el respetar y ser respetado y el colaborar junto a otros artistas en pro de un objetivo común. Además, tocar en grupo es de las cosas más entretenidas que hay. 

FLOW

Dentro de los beneficios documentados que la música le brinda a nuestro cerebro, que incluyen el desarrollo de la creatividad, el fortalecimiento de la coordinación y el ejercicio de la memoria y la concentración, una de las experiencias que más nos llama la atención al tocar un instrumento es la de fluir.

Según el doctor en psicología, Mihaly Csikszentmihalyi, el Flow es un “estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa”. El desarrollo de una práctica musical te da acceso a esos momentos de conciencia plena, en los que el mundo exterior y la loca de la mente dejan de distraernos y te sumerges en el presente, surfeando la ola sónica. 

LA MÚSICA COMO PROCESO

La entrada en el siglo XXI, con sus aparatos y aplicaciones, nos ha ido acostumbrando a encontrar la satisfacción con solo pulsar botones. Me aburrí, click y ya está. Pero este mecanismo solo entrega un encanto efímero. 

La práctica de la música, en cambio, te lleva a la disciplina y la perseverancia. Te enfrenta a la frustración y te da herramientas para superarla. Te ayuda a conectarte con la experiencia de la vida como un proceso, donde lo importante es el vivirlo. 

Involucrarte con una práctica es como entablar una amistad -hay altos y bajos, encuentros y desencuentros. Pero encontrar la tuya es como dar con el mejor de los amigos, ese que te acompañará toda la vida, en las buenas y en las malas. 

GOZO

Finalmente, la práctica de la música te abre las puertas a un gozo trascendente, a un bienestar profundo. Por eso es un arte universal. La experiencia de Flow, el sentido de conexión, la expresión personal y colectiva, son todas facetas del disfrute que viene de viajar en el cosmos musical. Te involucra como creador. Te presenta un desafío que tienes que resolver. Te da un propósito y las herramientas para lograrlo. Le da voz a los deseos, anhelos y aspiraciones, las más vanas y también las más profundas. Por eso, por ejemplo, existe el Blues, que sirvió de refugio contra la discriminación para toda una cultura. Porque nuestra participación en lo sonoro le trae alegría al alma.

ASÍ ES…

La práctica musical siempre está ahí; es como una puerta. Más allá de las plataformas donde puedes escuchar los éxitos de ayer y hoy, una práctica implica que nunca es tarde para empezar, retomar, volver a caminar en la senda y deleitarse con el camino.  

Esas son nuestras TOP 5…

¿Cuáles son las tuyas?